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30.11.11

Una de DUNBAR

Robin Dunbar es un antropólogo británico al que le dio por estudiar la relación entre el tamaño de la corteza cerebral de los primates (midió el cerebro de 36 especies de primates distintas) y el tamaño de los grupos en los que viven (como todos sabéis, las distintas especies de primates viven en grupos de distinto número, organización y estabilidad). No sé si se sorprendió o no, pero evidenció una correlación clara entre estas dos variables: a mayor tamaño del cerebro, mayor tamaño del grupo.
Como no, las comunidades humanas no se libraron de ser escrutadas, y estudió varias. En este caso lo que pudo establecer Dunbar, es que las comunidades ESTABLES nunca superaban los 150 individuos (siendo 147 el número de mayor estabilidad).

Su teoría sería algo así como que la capacidad de interacción entre individuos en el orden de los primates, está determinada por sus capacidades cognitivas, las cuales a su vez, se ven limitadas por el tamaño de la corteza cerebral.

Este autor sostiene que la cohesión  social se mantiene en los primates mediante el grooming, actividad que naturalmente se ve limitada por el tiempo, pero que también es función del número mismo de individuos en el grupo. En el caso de los seres humanos esta limitación en tiempo y número, se habría superado con el desarrollo del lenguaje. El lenguaje, por tanto, no habría surgido por la necesidad de comunicación en las bandas de cazadores, sino como requisito para el mantenimiento de la cohesión social.

Raro será el que no haya pensado en las “comunidades humanas online” actuales. Estudios llevados a cabo a partir de las redes sociales más participativas afirman que las comunidades online más participativas (y aquí resalto el requisito de CONTACTO CONSTANTE-REAL no espontáneo-puntual) no superan el número de 150 individuos.
Tal como sugiere Desmond Morris (el autor de El mono desnudo, libro que no recomiendo a nadie que estime una miseria su tiempo), todo intento de ampliar el tamaño de estas comunidades a través de la creación de “supertribus”, que corresponderían a las comunas, ciudades, naciones, etc… se enfrenta a la tendencia natural de los seres humanos a identificarse dentro de grupos más reducidos, es decir, tenderá irremediablemente a SUBDIVIDIRSE.

Todo este asunto es algo controvertido, ya que, analizándolo de cerca, fue precisamente el lenguaje el que posibilitó el desarrollo de las redes políticas entre miles de individuos, esas redes políticas que hoy nos manejan a su antojo, que nos etiquetan como AMIGOS o NO (como en el facebook) en función del capital que tenemos y lo útiles que les somos.

Una actuación y participación local, de grupos más reducidos en número, podría, quizás, ser una solución a la situación de precariedad actual, aunque no me atrevo a afirmarlo. Ahora mismo solo sé, que más vale un enchufe que un CV brillante a la hora de encontrar un trabajo… y claro está, el enchufe cae dentro de las 150 personas con las que somos capaces de interactuar de forma real, ya que su sacrificio, su ayuda, solo se explica en base a un interés, ya sea emocional, académico o profesional. En fin… buscaos un buen padrino J

PD: Aprovecho para saludar y darle las gracias a mi querido Alvarito, el salmantino más "salao" que conozco, cuyo conocimiento me ha abrumado tantas veces y cuyas historias son puro deleite. Alvarito, gracias por hablarme de Dunbar!

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